Shemot. Los Nombres.

Comenzamos el segundo libro.

Bereshit concluyó con la formación de la familia de los patriarcas.

Shemot será el libro en el que los Hijos de Israel ya no será una referencia solo de una familia, sino de un pueblo.

Ya había mencionado los nombres de los hijos de Israel, y más adelante, en varias oportunidades los volverá a mencionar. Los comentaristas dicen que tiene ver con el amor de Ds a este incipiente pueblo, que los nombra, cuenta y recuenta como un precioso tesoro.

Rabi Najman de Bratzlav toma una dirección totalmente distinta y sorprendente.

Las letras finales de las primeras cinco palabras de este versículo, veeileH shemoT bnel israeL habaiM (*Y éstos son los nombres de los hijos de Israel que vinieron»), conforman la palabra TeHiLIM (Salmos). Las letras finales de las cinco palabras siguientes del versículo, mitzraimaH eT iaacoV iSh u-veitO («a Egipto con Iaacov, cada uno y su familia»), conforman la palabra TeShUVáH (arrepentimiento). Más aún, los nombres de los doce hijos de laacov están compuestos por cuarenta y nueve letras, correspondientes a las Cuarenta y Nueve Puertas del Arrepentimiento. Todo esto indica que cuando la persona recita los Salmos, sus palabras de plegaria están dirigidas hacia la Puerta del Arrepentimiento específica de la cual requiere

(Likutey Moharán II, 73).

Rabi Najman toma las palabras como materia prima y moldea a modo de arcilla un nuevo mensaje que él devela.

En estos versículos están las palabras TEHILIM, TESHUVÁ y el número 49.

Y con estas tres ideas construye un nuevo mensaje imposible de descubrir si no es con su ayuda.

Podríamos seguir con su modalidad diciendo que el libro de Tehilim está entrelazado con la vida misma de los hijos de Israel, a tal punto que en este camino a Mitzraim que representa el lugar de la impureza, necesitamos una herramienta, en este caso de acuerdo con Rabi Najmam, el libro de Tehilim, para poder hacer Teshuvá, para poder retronar del exilio.

El libro de Tehilim, que de acuerdo con la tradición fue compuesto mayoritariamente por el Rey David junto a algunos sabios, acompañará la vida de todo Iehudi desde su nacimiento hasta su partida.

Será la materia prima de nuestra plegaria, y de alguna forma, como dice Kalonymus Kalman Shapiro, el Rebbe del Ghetto de Varsovia, dará expresión a nuestras emociones, aun cuando no sabemos cómo expresarlas, es por medio del libro de Tehilim que estas emociones encuentran su sendero para manifestarse.

Agradecimiento, temor, enojo, pedido de perdón, alabanza, pedido de fortaleza, de seguridad, de salud, y muchos más están contenidos en los 150 capítulos del libro de Tehilim.

¿Tienes alguno preferido?

A mí me agradan muchos, y cada uno en su momento, aunque el capítulo 100, al cual el Baal Shem Tov le tenía un cariño especial, también está dentro de mis preferidos, en especial porque nos invita a conectarnos a Ds con alegría.

Tehilim 100.

Mizmor le Toda. Cantito de agradecimiento.

Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.

Servid a AD-Onai con alegría; Venid ante su presencia con regocijo.

Reconoced que AD-Onai es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;

Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.

Entrad por sus puertas con acción de gracias,

Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre.

Porque AD-Onai es bueno; para siempre es su misericordia,

Y su verdad por todas las generaciones.

Shabat Shalom

Rab Alejandro S. Bloch