El Campus Judío de Vitacura

Corría el año 1988 cuando nuestra comunidad y el hogar de ancianos de La Fundación CISROCO adquieren, de manera individual, partes de un paño de terreno ubicado en Vitacura, específicamente en Padre Hurtado entre las calles Mar Jónico y Lo Beltrán. Ambas instituciones se acercaban, de esta forma, a los lugares donde la población judía iba migrando desde hace años, debido a factores como la nueva ubicación del Instituto Hebreo y un alejamiento natural desde el centro de Santiago hacia barrios más periféricos.

La Bnei J’isroel, que ahora llamamos NBI, se instaló en su nueva ubicación de Mar Jónico, para poder albergar sus servicios religiosos y actividades comunitarias. Dada la urgencia en esos años, en un principio, se construyeron instalaciones temporales, que se proyectaron a 5 años. La Fundación CISROCO por su parte construyó un edificio que sirve como su hogar de ancianos hasta el día de hoy.

Por distintas circunstancias, nuestra comunidad tardó mucho más que los 5 años proyectados inicialmente para levantar y construir en su sitio un proyecto definitivo, el que recién comenzó a tomar forma en el año 2013, y pudo felizmente hacerse realidad e inaugurarse en el año 2018, donde nace el concepto de Campus Judío.

Cuando mudamos nuestras actividades al nuevo edificio, sabíamos que se estaba generando un espacio para potenciar la vida judía en comunidad, es así como coincidimos que la Bnei Brith, Beit Emunah y Cadena, estaban buscando nuevos espacios, y tras llegar a un acuerdo, nos permitió hoy tener una vecindad judía potente y rica en su diversidad. Además, CISROCO sumó como huésped al Keren Kayemet le Israel. De esta forma, son 6 las instituciones judías que hoy conviven en el Campus que con mucha visión comenzaron a implementar nuestros dirigentes hace ya más de 25 años.

¿Y qué significa el Campus Judío?

Tiene que ver con todo el quehacer comunitario, el proveer un espacio de participación para toda persona judía, con distintas miradas y tendencias. El promover la colaboración y apoyo entre las distintas instituciones, la realización de actividades en conjunto entre éstas, la educación y formación de sus miembros, ser un referente de comunicación y apoyo al Estado de Israel, ser una piedra fundamental de la comunidad judía de Chile y de la vida judía en Chile y abrir nuestras puertas para que otros nos conozcan y valoren nuestro aporte a la sociedad. En definitiva, ser una fuente y una base de continuidad para nuestro pueblo, en nuestro país. Eso es lo que nos mueve, eso es lo que nos inspira, esa es nuestra visión de futuro.