Jukat. El agua y la pureza.

En esta Parashá encontramos una tensión entre la pureza y la impureza, vida y la muerte, y el agua como medio para regresar a la pureza.

La parashá comienza hablando de la Pará Adumá, la Vaca Bermeja, cuyas cenizas se mezclaban con agua para purificar de la impureza que la muerte produce.

Más adelante, en la misma parashá, muere Miriam y luego Aaron.

No es casual que esten ambos temas en la misma parashá. Parecería ser que esta sección nos permite saber cómo enfrentar la muerte.

La muerte ha sido siempre una pregunta para el género humano.

Hay un midrash conmovedor que dice que cuando Adam y Java vieron a su hijo asesinado sobre la tierra, no sabían qué hacer, no conocían la muerte, y menos qué hacer con un muerto.

Dice el midrash, que vieron un cuervo que enterró a su compañero muerto, e hicieron lo mismo.

Esto nos muestra la muerte como límite a nuestra comprensión, y nuestros rituales para enfrentar lo desconocido.

Algunas de las leyes referentes a la muerte las encontramos en esta parashá.

Esta es la ley: Cuando un hombre muriere en una tienda, todo el que entrare a la tienda y todo lo que hay en la tienda habrá de ser impuro durante siete días. Y toda vasija destapada -que no tuviere tapadera cerrada con hilaza sobre ella- impura será.

Cuando una persona fallece hay varias cosas que se hacen, cerrarle los ojos, taparlo totalmente, abir una ventana, encender una vela, decir el Shemá, y si había recipientes con líquidos abiertos, se descartan, basados en este tema.

A lo largo de la historia de nuestro pueblo, en cada comunidad se estableció un grupo de personas que tomaron para sí una de las mitzvot más importantes, que es darles los últimos cuidados y honores a los miembros de nuestro pueblo.

El nombre de este grupo es Jevra Kadishá, una sagrada hermandad, que se encarga de acompañar a los deudos y hacer los preparativos para el funeral, desde el momento del fallecimiento, el funeral y la shivá.

Es un honor participar de este grupo que lo hace siempre con mucha discreción y cuidado.

En nuestra comunidad tenemos un grupo de mujeres y hombres que participan de nuestra Jevra Kadishá, y que cada año invitan a incorporarse a la misma.

Una costumbre hermosa es reconocer a los miembros de la Jevra Kadishá el 7 de Adar, ya que se considera que ese día nació y murió Moshé, y quien se encargó de darle los honores finales no fue otro que el mismo DS. Nuestro involucramiento en esta mitzvá es una forma de continuar con la misericordia del creador.

Shabat shalom

Rab Alejandro S. Bloch