
Lectura de los últimos días de Pesaj
En el Talmud, en el tratado Meguila, se detallan las diferentes lecturas de la Torá de las festividades.
Leemos la Torá en dos modos diferentes.
El primero es semanalmente, desde Simjat Tora hasta Simjat Tora.
En esta modalidad leemos una sección, (Parasha en el mundo Ashkenazi, Sidra en el mundo Sefaradí) cada semana, y algunas secciones de acuerdo con el año se leen juntas.
El año hebreo tiene 354 días, a excepción del año embolismal que tiene 13 meses en vez de 12, y eso implica más semanas. Al estar la Tora divida en 54 secciones dependiendo del año hay determinadas secciones que se leen juntas.
Cuando un Jag cae en Shabat, se interrumpe la lectura consecutiva anual y se lee una sección que hace referencia a esa festividad.
Como fuera de Israel tenemos un día sagrado más, las secciones que se leen en general son las diferentes compilaciones de las festividades en la Torá.
El Séptimo día de Pesaj se lee: Éxodo 13: 17-15: 26
- Cuando el faraón dejó ir al pueblo, Dios no lo guió por el camino de la tierra de los filisteos, aunque era más corto, porque dijo Adonai: «No sea que al enfrentarse con la guerra, el pueblo cambie de parecer y se vuelva a Egipto.»
18 Más bien, Dios hizo que el pueblo diese un rodeo por el camino del desierto hacia el mar Rojo. Los hijos de Israel salieron de la tierra de Egipto armados.
19 Moisés tomó también consigo los restos de José, quien había hecho jurar a los hijos de Israel diciendo: «Ciertamente Dios os visitará, y haréis llevar de aquí mis restos, con vosotros.»
20 Salieron de Sucot y acamparon en Etam, al borde del desierto.
21 Adonai iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que pudieran caminar tanto de día como de noche.
22 La columna de nube nunca se apartó de día de delante del pueblo, ni la columna de fuego de noche.
Exodo 14
- Adonai habló a Moisés diciendo:
2 –Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen cerca de Pi-hajirot, entre Migdol y el mar, frente a Baal-zefón; acamparéis en el lado opuesto, junto al mar.
3 Entonces el faraón dirá de los hijos de Israel: «Andan errantes por la tierra; el desierto les cierra el paso.»
4 Yo endureceré el corazón del faraón para que os persiga; pero yo mostraré mi gloria en el faraón y en todo su ejército, y los egipcios sabrán que yo soy Adonai. Ellos lo hicieron así.
5 Y cuando informaron al rey de Egipto que el pueblo huía, el corazón del faraón y de sus servidores se volvió contra el pueblo. Y dijeron: –¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir a Israel, y que no nos sirva?
6 Unció su carro y tomó consigo a su gente.
7 Tomó 600 carros escogidos y todos los demás carros de Egipto con los oficiales que estaban al frente de todos ellos.
8 Adonai endureció el corazón del faraón, rey de Egipto, y él persiguió a los hijos de Israel; pero éstos salieron osadamente.
9 Los egipcios los persiguieron con toda la caballería, los carros del faraón, sus jinetes y su ejército; y los alcanzaron mientras acampaban junto al mar, al lado de Pi-hajirot, frente a Baal-zefón.
- Cuando el faraón se había acercado, los hijos de Israel alzaron los ojos; y he aquí que los egipcios venían tras ellos. Entonces los hijos de Israel temieron muchísimo y clamaron a Adonai.
11 Y dijeron a Moisés: –¿Acaso no había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para morir en el desierto? ¿Por qué nos has hecho esto de sacarnos de Egipto?
12 ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto diciendo: «Déjanos solos, para que sirvamos a los egipcios»? ¡Mejor nos habría sido servir a los egipcios que morir en el desierto!
13 Y Moisés respondió al pueblo: –¡No temáis! Estad firmes y veréis la liberación que Adonai hará a vuestro favor. A los egipcios que ahora veis, nunca más los volveréis a ver.
14 Adonai combatirá por vosotros, y vosotros os quedaréis en silencio.
- Entonces Adonai dijo a Moisés: –¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que se marchen.
16 Y tú, alza tu vara y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo para que los hijos de Israel pasen por en medio del mar, en seco.
17 Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que entren detrás de ellos, y mostraré mi gloria en el faraón y en todo su ejército, en sus carros y en sus jinetes.
18 Y los egipcios sabrán que yo soy Adonai, cuando yo muestre mi gloria en el faraón, en sus carros y en sus jinetes.
19 Entonces el ángel de Dios, que iba delante del campamento de Israel, se trasladó e iba detrás de ellos. Asimismo, la columna de nube que iba delante de ellos se trasladó y se puso detrás de ellos,
20 y se colocó entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel, constituyendo nube y tinieblas para aquéllos, mientras que alumbraba a Israel de noche. En toda aquella noche no se acercaron los unos a los otros.
- Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y Adonai hizo que éste se retirase con un fuerte viento del oriente que sopló toda aquella noche e hizo que el mar se secara, quedando las aguas divididas.
22 Y los hijos de Israel entraron en medio del mar en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda.
23 Los egipcios los persiguieron, y entraron en el mar tras ellos con toda la caballería del faraón, sus carros y sus jinetes.
24 Aconteció que a eso de la vigilia de la mañana, Adonai miró hacia el ejército de los egipcios, desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión en el ejército de los egipcios.
25 Trabó las ruedas de sus carros, de modo que se desplazaban pesadamente. Entonces los egipcios dijeron: –¡Huyamos de los israelitas, porque Adonai combate por ellos contra los egipcios!
26 Entonces Adonai dijo a Moisés: –Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros y sobre sus jinetes.
27 Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, éste volvió a su lecho, de modo que los egipcios chocaron contra él cuando huían. Así precipitó Adonai a los egipcios en medio del mar.
28 Las aguas volvieron y cubrieron los carros y los jinetes, junto con todo el ejército del faraón que había entrado en el mar tras ellos. No quedó de ellos ni uno solo.
29 Pero los hijos de Israel caminaron en seco por en medio del mar, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda.
30 Así libró Adonai aquel día a Israel de mano de los egipcios. Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar.
31 Cuando Israel vio la gran hazaña que Adonai había realizado contra los egipcios, el pueblo temió a Adonai, y creyó en él y en su siervo Moisés.
Exodo 15
- Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este cántico a Adonai, diciendo: «¡Cantaré a Adonai, pues se ha enaltecido grandemente! ¡Ha arrojado al mar caballos y jinetes!
2 Adonai es mi fortaleza y mi canción; él ha sido mi salvación. ¡Este es mi Dios! Yo le alabaré. ¡El Dios de mi padre! A él ensalzaré.
3 «Adonai es un guerrero. ¡Adonai es su nombre!
4 Ha echado al mar los carros y el ejército del faraón. Fueron hundidos en el mar Rojo sus mejores oficiales.
5 Las aguas profundas los cubrieron; descendieron como piedra a las profundidades.
6 «Tu diestra, oh Adonai, ha sido majestuosa en poder; tu diestra, oh Adonai, ha quebrantado al enemigo.
7 Con la grandeza de tu poder has destruido a los que se opusieron a ti; desataste tu furor, y los consumió como a hojarasca.
8 Por el soplo de tu aliento se amontonaron las aguas; las olas se acumularon como un dique; las aguas profundas se congelaron en medio del mar.
9 Dijo el enemigo: ‘Perseguiré, tomaré prisioneros y repartiré el botín; mi alma se saciará de ellos; desenvainaré mi espada, y mi mano los desalojará.’
10 Pero tú soplaste con tu aliento, y el mar los cubrió. Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.
11 «¿Quién como tú, oh Adonai, entre los dioses? ¿Quién como tú, majestuoso en santidad, temible en hazañas dignas de alabanza, hacedor de maravillas?
12 Extendiste tu diestra, y la tierra los tragó.
13 En tu misericordia guías a este pueblo que has redimido, y lo llevas con tu poder a tu santa morada.
14 «Los pueblos lo oyen y tiemblan; la angustia se apodera de los filisteos.
15 Entonces los jefes de Edom se aterran; los poderosos de Moab son presas del pánico; se abaten todos los habitantes de Canaán.
16 Sobre ellos caen terror y espanto; ante la grandeza de tu brazo enmudecen como la piedra, hasta que haya pasado tu pueblo, oh Adonai; hasta que haya pasado este pueblo que tú has adquirido.
17 Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, en el lugar que has preparado como tu habitación, oh Adonai, en el santuario que establecieron tus manos, oh Señor.
18 Adonai reinará por siempre jamás.»
19 Cuando la caballería del faraón entró en el mar con sus carros y jinetes, Adonai volvió a traer las aguas del mar sobre ellos, mientras que los hijos de Israel caminaron en seco en medio del mar.
20 Entonces Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.
21 Y Miriam les dirigía diciendo: «¡Cantad a Adonai, pues se ha enaltecido grandemente! ¡Ha arrojado al mar caballos y jinetes!»
- Moisés hizo que Israel partiese del mar Rojo, y ellos se dirigieron al desierto de Shur. Caminaron tres días por el desierto, sin hallar agua,
23 y llegaron a Mara. Pero no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas. Por eso pusieron al lugar el nombre de Mara.
24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés diciendo: –¿Qué hemos de beber?
25 Moisés clamó a Adonai, y Adonai le mostró un árbol. Cuando él arrojó el árbol dentro de las aguas, las aguas se volvieron dulces. Allí dio al pueblo leyes y decretos. Allí lo probó
26 diciéndole: –Si escuchas atentamente la voz de Adonai tu Dios y haces lo recto ante sus ojos; si prestas atención a sus mandamientos y guardas todas sus leyes, ninguna enfermedad de las que envié a Egipto te enviaré a ti, porque yo soy Adonai tu sanador.
El último día (Ajaron) se lee en esta oportunidad: Deuteronomio 15: 19 16: 17
- «Consagrarás a Adonai tu Dios todo primerizo macho que nazca de tus vacas y de tus ovejas. No trabajarás con el primerizo de tus vacas, ni esquilarás el primerizo de tus ovejas.
20 Delante de Adonai tu Dios los comerás cada año, tú y tu familia, en el lugar que Adonai haya escogido.
21 Pero si hay algún defecto en él, si es cojo o ciego, o tiene cualquier otra falta, no lo sacrificarás a Adonai tu Dios.
22 Lo comerás en tus ciudades; podrá comer de él tanto el que está impuro como el que está puro, como si se tratase de una gacela o de un venado.
23 Sólo que no comerás su sangre; la derramarás sobre la tierra como agua.
Deuteronomio 16
- «Guarda el mes de Abib y celebra la Pascua de Adonai tu Dios, porque en el mes de Abib Adonai tu Dios te sacó de Egipto, de noche.
2 Sacrifica para Adonai tu Dios la víctima de la Pascua, de las ovejas o de las vacas, en el lugar que Adonai haya escogido para hacer habitar allí su nombre.
3 «No comerás con ella ninguna cosa que tenga levadura. Durante siete días comerás con ella pan sin levadura, el pan de aflicción, para que te acuerdes todos los días de tu vida del día en que saliste de la tierra de Egipto. Pues con prisa saliste de la tierra de Egipto.
4 Durante siete días no se verá levadura en tu casa, en ningún lugar de tu territorio. De la carne del animal que sacrifiques en el atardecer del primer día, no quedará nada hasta la mañana del día siguiente.
5 «No podrás sacrificar la víctima de la Pascua en ninguna de las ciudades que Adonai tu Dios te da.
6 Sólo en el lugar que Adonai tu Dios haya escogido para hacer habitar allí su nombre, sacrificarás la víctima de la Pascua, al atardecer, a la puesta del sol, a la hora en que saliste de Egipto.
7 La asarás y la comerás en el lugar que Adonai tu Dios haya escogido, y a la mañana siguiente podrás partir e ir a tu morada.
8 Durante seis días comerás panes sin levadura, y en el séptimo día habrá asamblea festiva para Adonai tu Dios; no harás ningún trabajo.
9 «Siete semanas contarás; desde el comienzo de la siega de la mies comenzarás a contar siete semanas.
10 Entonces celebrarás la fiesta de Pentecostés a Adonai tu Dios; darás según la medida de la generosidad de tu mano, según Adonai tu Dios te haya bendecido.
11 Y en el lugar que Adonai tu Dios haya escogido para hacer habitar allí su nombre, te regocijarás delante de Adonai tu Dios, tú con tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que esté en tus ciudades, y el forastero, el huérfano y la viuda que estén en medio de ti.
12 Acuérdate que tú fuiste esclavo en Egipto; por eso guardarás y cumplirás estas leyes.
13 «Celebrarás durante siete días la fiesta de los Tabernáculos, cuando hayas recogido la cosecha de tu era y de tu lagar.
14 Regocíjate en tu fiesta, tú con tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita, el forastero, el huérfano y la viuda que estén en tus ciudades.
15 Siete días celebrarás la fiesta a Adonai tu Dios en el lugar que Adonai haya escogido. Porque Adonai tu Dios te habrá bendecido en todos tus frutos y en toda la obra de tus manos, y estarás muy alegre.
16 «Tres veces al año se presentará todo hombre tuyo delante de Adonai tu Dios en el lugar que él haya escogido: en la fiesta de los Panes sin Levadura, en la fiesta de Pentecostés y en la fiesta de los Tabernáculos. Nadie se presentará delante de Adonai con las manos vacías;
17 cada uno lo hará con el presente de su mano, conforme a lo que Adonai tu Dios te haya bendecido.
Jag Sameaj y Shabat shalom
Rab Alejandro Bloch
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