Shabat TOLDOT – Viernes 21 noviembre / 1 Kislev: Velas: 20:10 hs.

Nuestra Historia

Hace aproximadamente 80 años, un pequeño grupo de hombres y mujeres inmigrantes alemanes y austriacos se reunieron con el importante objetivo de celebrar juntos las fiestas de lamim Noraim.

Este deseo fue el punto de partida para sembrar lo que hoy conocemos como Nueva Bnei Israel. Desde este importante hito, por preservar la vida judía, tuvieron que pasar tres años hasta que el 27 de Junio de 1938 en una pieza de la Calle Catedral, finalmente nuestra organización comienza a echar raíces bajo el nombre de Bnei Jisroel.

Nuestro abrazo comunitario y cálido trascendió en la comunidad judía atrayendo a cientos de personas, y creciendo de manera espontánea para lograr antes de 10 años acoger cerca de 1.000 familias. Este especial espíritu judaico, posibilitó que esta labor transmitiera en el tiempo, pese a múltiples dificultades; entre ellas un incendio que devastó el lugar de reunión, impulsándonos, en abril de 1947, a poner la primera piedra de una nueva etapa, de nuestra casa en calle Portugal 810.

Múltiples fueron las personas que durante ese tiempo colaboraron más allá de lo esperado con el objetivo de hacer realidad un futuro para ellos, sus familias y su comunidad. Ellos nos han entregado un preciado legado forjado con esfuerzo, visión y colaboración, haciendo posible vivir hoy, en una comunidad creciente la cual luego de muchos años, continúa compartiendo los mismos valores y razón de ser.

Una nueva casa fue testigo del florecer de nuestra identidad desarrollando diversas actividades culturales y dando origen al nacimiento de nuevas organizaciones. De nuestra comunidad surgió Cisroco o Condominio Carmel, el Instituto Chileno Israelí de Cultura, Asociación de Técnicos Israelitas, bajo nuestro desarrollo también surgió Kidma, el primer movimiento juvenil jalutziano de Chile que posteriormente se unió a Hashomer Hatzair y adicionalmente fuimos distinguidos en el ámbito cultural como fue el caso de «Council of Protection of Jew from Germany»;. Este maravilloso crecimiento entre los años 40 al 70, fue posible gracias a la convicción por hacer de este lugar, un lugar mejor, por construir un lugar más amable, sencillo y solidario, donde la inclusión y la autenticidad de las relaciones fueran el motor de todos los resultados.

Para inicios de los años 70, nuevamente la historia nos quiso poner a prueba. Una preocupante situación política nacional, llevó a muchos miembros de nuestra comunidad y nuestros rabinos a dejar el país. Fue así, como nuevamente personas comprometidas con sus raíces, fueron protagonistas, haciendo posible prolongar nuestra gran familia, manteniendo y desarrollando este legado para las generaciones que hoy son participes.

No fue hasta fines de los años 80, cuando muchas de las familias que fueron miembros retornaron al país y a su comunidad, posibilitando nuevamente el crecimiento de Bnei Israel como fuera hace años atrás. Quienes fueron niños, ya eran jóvenes y con esa energía propia de las nuevas generaciones se formó un nuevo movimiento, el Centro Juvenil Judío (CEJUJ) que posibilitó formar nuestro querido movimiento TIKVA, convirtiéndonos de esta manera en una organización que no sólo trabaja para la juventud, sino que la cultiva desde sus inicios.

El crecimiento de la capital, dio paso a la migración de miembros de nuestra comunidad hacia nuevas comunas y con ello la necesidad de Bnei Israel por mantenerse cerca de la gran mayoría de las personas que acogemos y en especial de los niños y jóvenes a quienes no les era posible llegar a nosotros. Fue así como “Mar Jónico 8880”, en la comuna de Vitacura, se convirtió en el hogar que hasta el día de hoy nos acoge.

Lo que inicialmente fue una construcción temporal, dio paso a la construcción e inauguración en el año 2018 de un moderno edificio donde se encuentra nuestra actual sinagoga. Aquí hemos continuado creciendo como una gran familia. Acá no sólo hemos continuado construyendo una Comunidad Judía puertas adentro, sino también hemos sido gestores de la Revista Shalom que ha contribuido a la difusión de nuestra cultura y aporte a nivel nacional.

De la mano de nuestro Rabino Alejandro Bloch nos sentimos impulsados a enfrentar un trascendental desafío, el cual supimos por experiencia que seriamos capaces de alcanzar. Nuestros valores de inclusión, respeto, amabilidad, sencillez, solidaridad y autenticidad, nos han permitido transmitir nuestro especial concepto de comunidad a nuevas familias y volver a acoger a muchas otras. Por esto, estamos orgulloso de haber logrado el sueño comunitario de construir una nueva sinagoga, que nos permita a nosotros, nuestras generaciones y las que vendrán posteriormente, vivir en una gran familia con todas las condiciones necesarias para preservar nuestro inconfundible espíritu por muchos años más.

Ser parte

Con tu ayuda, la Comunidad NBI podrá cumplir con su misión de mantener la identidad judía por medio de la vivencia y el estudio de sus tradiciones desde la visión masortí y sionista, en un marco amigable y acogedor.