Ki Tavo – Nuestro Antepasado
La parashá comienza con una Mitzva que había que realizar en Iersuhalaim frente al Cohen.
Esta Mitzva conllevaba una declaración:
Declararás y dirás, ante Adonai tu D’s.: “Arameo, extraviado era mi patriarca, descendió a Egipto, y peregrinó allí con gente poca; empero fue allí un pueblo grande, poderoso y numeroso.”
En el Talmud se discute acerca de una persona que se incorporó formalmente al pueblo judío y lleva sus primicias, Sus Bikurim.
El Talmud se pregunta si debe decir esta declaración, ya que habla de los antepasados y sus antepasados eran idólatras.
La misma pregunta le hace un famoso discípulo de Rambam, con respecto a las plegarias en las que se hace referencia a la familia de origen, como por ejemplo, Ds nuestro y de Nuestros antepasados.
Rambam responde con vehemencia, que por supuesto deben decirlas, y algún autor contemporáneo sostiene que Rambam podría afirmar que una persona que se incorpora al judaísmo es el VERDADERO judío, ya que optó por vivir de acuerdo a la Tora y a las mitzvot, que eligió por decisión propia y por entender que el judaísmo tiene un mensaje para el ser humano que es de un valor único.
En la Hagada de Pesaj está la misma declaración y los rabinos discuten sobre quién está hablando la Tora cuando habla de Arameo errante o extraviado.
Comparto con Uds. el comentario del Rab Edery ZTL:
“Mi patriarca Abraham era arameo, y estaba extraviado y exiliado de la tierra de Aram, como reza el versículo: ‘Vete de tu tierra…’ (Génesis 12:1) y como dice el mismo Abraham: ‘Y ocurrió que cuando Elohim me hizo errar desde la casa de mi padre…” (Génesis 20:13) … Nuestros patriarcas han venido de una tierra extranjera a esta tierra en la que estamos hoy, y D’s. nos la ha conferido a nosotros” (Rashbám).
Rashi, en cambio, interpreta las palabras “Arameo, extraviado era mi patriarca” como referencia al patriarca Iahacób, quien, perseguido por Labán el arameo, huyó y se asentó en Egipto con su familia, como figura en el versículo 5 de nuestro capítulo.
A mi entender, estos comentaristas representan dos puntos de vista acerca del inicio de nuestra historia. Con Abraham se inicia el monoteísmo individual, mientras que con Iahacób comienza la historia de Israel, a partir de un grupo de personas que se convierte en pueblo, en la esclavitud de Egipto.
Fíjense que interesante ambos puntos de vista.
Te invito a conversar en la mesa de Shabat sobre estos dos patriarcas.
Shabat Shalom
Rab Alejandro S. Bloch
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