Balak: Humor en intertextualidad en la Tora.
La Parasha de Balak es conocida por el rey Balak, que contrata al hechicero Bilam, para maldecir a Israel. Finalmente termina diciendo, una de las frases que son base para nuestra plegaria, que decimos al inicio de algunas tefilot, o inclusive cuando entramos en la sinagoga:
Ma Tovu Ohaleja Iakov, cuan buenas sos tus carpas Iakov.
El texto de este parashá está lleno de referencias cruzadas a otros textos de la Tora. Tiene sutilezas e imágenes, que ayudan a darle fuerza y a hacer más claro el mensaje. Una de ellas es el paralelismo entre Bilam y Abraham. Inclusive en la literatura rabínica aparece enunciado.
En el Pirkei Avot, tratado de principio leemos:
Todo aquel que posea tres cosas será considerado discípulo de Abraham, nuestro padre; pero si posee tres cosas distintas, se le considerará discípulo de Bilam el malvado.
(Quien posee) buen ojo, espíritu humilde y alma sumisa es considerado discípulo de Abraham, nuestro padre; (quien está dotado de) mal ojo, espíritu altanero y alma ávida, es discípulo de Bilam el malvado.
¿Como se genera esta contraposición? Desde mi punto de vista la Tora misma hace el contrapunto.
En nuestra parasha leemos:
Se levantó Bilhám por la mañana, y aparejó su asna, y partió con los dignatarios de Moab.
En la Parasha de la Hakedat itzjak leemos:
Y Abraham se levantó muy de mañana, y aparejó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo;
Los textos son similares y a la vez diferentes sutilmente. Uno prepara su asno, el otro su asna. Abraham va con sus siervos e hijo. Bilam va con los dignatarios.
En la historia de Abraham, este se levantó inmediatamente y fue. En la de Bilam, este se hizo rogar.
Hay otro texto que por medio de la ironía y el humor desacredita a Bilam. en su diálogo con su asna, y como esta, lo llama al sentido común.
Abrió Adonai la boca del asna y le dijo a Bilhám: “Qué te he hecho? ¡Pues me has golpeado ya, tres veces!”. Dijo Bilhám al asna: ‘Pues te has mofado de mí; ojalá tuviera una espada en mi mano pues ahora te hubiera matado”. Dijo el asna a Bilhám: “Ciertamente yo soy tu asna, y has montado sobre mí desde tu existir hasta el día de hoy. ¿Acaso acostumbrar he acostumbrado a hacerte así?” Dijo él: “No”
Aquí también hay una sutil referencia a Abraham, y a la vez, al uso de la ironía que raya con el humor: Abraham dice, la Tora, vio el de lejos el lugar, quien ve en la historia de Bilam, en primer lugar, es el animal y no es un supuesto gran profeta.
Y cuando golpea al animal, este pudo hablar, y durante toda la parashá, Bilam no puede articular la palabra en la dirección que desea.
Los invito, muy especialmente, en este Shabat, a desarrollar las virtudes que nuestros sabios aprenden de Abraham, ya que somos sus descendientes, y nos alejemos de los defectos de Bilam, que es el enemigo que nos intentó destruir.
Shabat Shalom,
Rab Alejandro S. Bloch
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