
Tetzavé. Shabat Zajor. Recuerda, No te olvides.
Este shabat leeremos de dos sifrei Torá, del primero la parashá Tetzavé, del segundo lo que se conoce como parashat Zajor, la primera del libro de Shemot, exodo, la segunda de Devarim, deuteronomio.
El Shabat anterior a Purim recordamos a Amalek, que nos atacó y nos quizo destruir, cuando salimos de Mitzraim, y en tiempos del rey Ajashverosh y la reina Ester, ya que Aman era descendiente de Amalek.
Al final de la Parasha Ki Tetzé encontramos los versículos que componen la lectura del segundo sefer Tora.
Recordar haz lo que te hizo Amalék, en el camino en vuestro salir de Egipto. Que te había sorprendido en el camino y aniquiló a todos los débiles en tu retaguardia; cuando tú estabas cansado y extenuado. Y no temió a Eloh-ím. Y será que al conceder reposo Adon-ai tu D’s., a ti, de todos tus enemigos de en derredor, en la tierra que Adonai tu D’s., te concede a ti por heredad para poseerla: habrás de borrar la mención de Amalék de bajo los cielos; no olvides.
Amalek es el arquetipo de enemigo de Israel a través de la historia, es el que ataca a los débiles, a los ancianos, el que ataca cuando no estamos preparados, cuando dormimos, cuando estamos más vulnerables.
Hagamos una lista de las ideas que aparecen en el texto.
Debemos recordar a Amalek. Amalek nos sorprendió aniquilando por la espalda a los débiles, atacó cuando no teníamos fuerza.
No soy partidario de identificar hechos bíblicos con cosas contemporáneas como profecías, aunque sí como un patrón que se repitió a lo largo de la historia.
Cuando leemos este texto es inevitable encontrar similitudes con otros momentos, la Guerra de Iom Kipur por ejemplo, y en especial el 7 de octubre del 2023, que aún no termina.
Hamas nos atacó por sorpresa, todos pensaban que con permisos de trabajo y dinero de Qatar era suficiente para que el hambre de violencia se mitigara.
Atacaron en una festividad, Simjat Tora, cuando todos dormían, y las fuerzas de seguridad se habían movilizado a otra locación de Israel.
Atacaron a jóvenes en una fiesta que duró toda la noche.
Atacaron en las casas donde había ancianos y niños que no podían defenderse.
Debemos recordar, y a la vez no olvidar, parecerían ser dos cosas opuestas.
El rab Edery ZTL concluye su comentario con la siguiente frase, que de alguna manera se transforma en nuestra misión.
El Midrash Sifrí sintetiza: «Recuerda lo que te hizo Amalek con tu boca; y no lo olvides con tu corazón».
Nuestro pueblo debe transmitir nuestra historia de generación en generación, los puntos salientes de nuestra historia, para garantizar nuestra continuidad.
Debemos recordar las tragedias del pasado juntamente con las del presente, eso es lo que nos permite decir que somos Am Ejad Veleb Ejad, un pueblo con un solo corazón.
Shabat Shalom
Rab Alejandro S. Bloch
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