Devarim. La despedida.

Hay un antiguo chiste, no sé si será correcto en estos tiempos, que se pregunta sobre la diferencia entre la madre francesa y la judía.

La respuesta es simple, la madre francesa se va sin saludar, la judía saluda y no se va.

De alguna manera, el libro de Devarim es algo así, Moshé anuncia que se va, pero no lo hace sino hasta el fin del libro.

Moshé, que por orden de Ds sacó a los hijos de Israel de la esclavitud, se transformaron en una nación, recibieron de sus manos la ley, les proveyó de alimento, de agua, carne, disciplina, organización social y territorial, los lideró en batallas y travesías, superó disputas, ataques a su liderazgo, controversias con familiares y hasta tensiones con el Mismo Ds, está a punto de despedirse.

Lo hace con un extenso discurso: todo el libro de Devarim, y si queremos ser más exactos 34 capítulos, menos los últimos versículos, que se le atribuyen a Ieoshua.

Moshé no se puede ir así si más.

Tiene que dejar un mensaje.

Este mensaje debe incluir el pasado, el presente y el futuro.

El pasado: la liberación, la revelación, el deambular por el desierto.

El Presente: su despedida, su sucesor, la preparación al entrar en la tierra.

El Futuro: la organización de la tierra, de las tribus, inclusive que deparará el futuro y como reparar los errores.

La parashá comienza dándonos la información básica:

Cuando:

Y ocurrió que en el año cuarenta, en el undécimo mes, en el día uno del mes: que habló Moshéh a los hijos de Israel – como todo lo que había ordenado Adonai a él – a ellos.

Donde:

Allende el Iardén, en la tierra de Moab,

Que:

quiso Moshéh explicar la Toráh

En las puertas de Israel, Moshé volvió a enseñar la Torá.

El fin del libro Bemidvar terminó con la lista de las 42 paradas que hicieron desde Mitzraim hasta Cannan.

Este libro retoma el camino, pero ahora deteniéndose en el sentido de cada una de las experiencias.

No alcanza con ver la lista de paradas en la ruta, ahora, frente a la nueva generación nacida en el desierto, quienes no fueron esclavos, quienes vivieron protegidos y alimentados celestialmente, debe Moshé hacer énfasis en el origen y el sentido de cada cosa, para que no lo den por sentado, para que no crean que merecen cada una de las cosas que disfrutan.

Las generaciones pasadas de nuestro pueblo, en general vivieron modestamente, con falta de lujos e inclusive de comida, es por eso que todavía muchos de nosotros recordamos a abuelos y abuelas decirnos que no se puede dejar comida en el plato para botar, ellos nos recuerdan nuestro pasado, del mismo modo que Moshé se los recordó a los hijos de Israel.

¿Qué otra experiencia como familia puede recordar de este estilo?

Shabat shalom

Rab Alejandro S. Bloch