Shabat BESHALAJ – Viernes 7 febrero / 9, shvat: Velas: 20:24 hs.

Bo. Es cuestión de calendario.

En política hay una regla no escrita, quien maneja el calendario maneja la elección.

No es casual que revoluciones como la francesa y la bolchevique hayan instituido un nuevo calendario, y en la actualidad hasta escuchamos que en algún país de Latinoamérica se celebra una importante festividad cristiana en otra fecha que no es la habitual.

La tradición judía comenzó con un calendario.

Ser esclavos es vivir bajo el tiempo de otro.

Ser esclavo es no disponer de tiempo propio para nutrir la identidad y el espíritu.

Ser libre es liberarse de las imposiciones exteriores para poder encontrar la presencia de la fuente de la vida.

No es casual entonces que Rashi en su comentario al primer versículo de Bereshit sostenga que la Torá debería comenzar en Shemot 12.

Dijo Adon-ai a Moshe y a Aharon en la tierra de Egipto diciendo: Este mes es para vosotros el comienzo de los meses: Primero es, para vosotros, de los meses del año.

En este mes serán libres del Faraón, y por eso deberán contar los años de acuerdo con esta experiencia.

Enseña el Rab Edery lo que escribe seforno:

«Ya que en este mes ha empezado vuestra existencia como entes dotados de libre albedrío «.

No es casual que a continuación se entregaran los lineamientos para vivir el Pesaj Mitzraim, y luego el pesaj Hadorot, el Pesaj de las generaciones para que la experiencia de la libertad continúe a través de la historia.

Ser libre implica reconocer un ritmo del tiempo especial. En la tradición judía se nos invita-exige que podamos reconocer que cada tiempo tiene una densidad distinta.

Shabat no es igual a la semana, Purim no es igual a Pesaj, etc.) 9 de av, no es igual ni siquiera al 17 de tamuz.

Purim es liviano, Pesaj tiene más peso, Shabat mucho más aún.

La invitación es a reconocer la necesidad de todos los tiempos, el de la libertad, la alegría, la ley, el descanso, el del perdón, el de la pérdida y el del renacer.

El calendario hebreo nos propone vivir con intensidad esas experiencias cada año, no para pasar por el mismo lugar, sino para crecer.

Muchas veces nos perdemos en los detalles del Luaj Ivri y no apreciamos su belleza y riqueza.

Vemos cada festividad desconectada de la siguiente o de la anterior y nos falta experimentarlo como un proceso continuo de crecimiento.

Lo interesante es que en todos los compendios de las festividades de la Torá aparece en primer lugar el Shabat, y en Shabat siempre decimos, Zejer Litziat Mitzraim, recuerdo de la salida de Egipto.

Te invito a pensar en qué medida el Shabat también es liberador, y como vivir el Shabat de modo que no solo hagamos incapié en las restricciones, sino que en sus propuestas.

Shabat Shalom

Rab Alejandro S. Bloch

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